La nueva Directiva 2023/1791 de la UE sobre eficiencia energética, que entró en vigor en septiembre, busca que ahorremos y utilicemos la energía de manera más eficiente.
Se ha fijado el objetivo de reducir el consumo energético en toda la UE en un 11,7% para el año 2030, en comparación con los niveles de 2020. Cada país deberá contribuir a este objetivo general con sus propias medidas de ahorro energético.
La Directiva obliga a los gobiernos nacionales a lograr un ahorro anual en el uso de la energía, que aumentará gradualmente hasta 2030. Para lograrlo, deberán adoptar sistemas que exijan mayor eficiencia energética en diferentes sectores o tomar medidas alternativas con el mismo propósito.
El sector público, en particular, deberá renovar edificios para hacerlos más eficientes y reducir su consumo de energía en general. En las acciones para promover el ahorro energético se dará prioridad a los consumidores más vulnerables y a viviendas sociales.
Los centros de datos, grandes consumidores de energía, deberán publicar datos sobre su eficiencia energética. Además, los países deberán fomentar sistemas de calefacción y refrigeración más eficientes desde el punto de vista energético.
- Os lo explicamos con más detalle en la nota informativa > NI-093.