El 17 de septiembre la Organización Mundial de la Salud (OMS), los socios internacionales y todos los países celebran el Día Mundial de la Seguridad del Paciente.
El Día Mundial de la Seguridad del Paciente se estableció en la 72.ª Asamblea Mundial de la Salud, en mayo de 2019, en la que se acordó que se celebraría anualmente en esta fecha. Este día surge a partir de una serie de cumbres ministeriales mundiales sobre la seguridad del paciente, que comenzaron en 2016. Aunque es reciente, cabe destacar que la labor de la OMS en materia de seguridad del paciente comenzó con la puesta en marcha de la Alianza Mundial para la Seguridad del Paciente en 2004 y ha seguido evolucionando con el tiempo.
El origen de esta jornada se encuentra en el principio fundamental de la medicina: no hacer daño.
Los objetivos generales de esta jornada son fomentar la comprensión de la seguridad del paciente, aumentar la participación pública en la seguridad de la atención de la salud y promover acciones a nivel global para mejorar la seguridad y evitar daños a los pacientes.
Se estima que cada año, millones de pacientes sufren lesiones o mueren a causa de una atención sanitaria poco segura y de mala calidad. A continuación, compartimos algunos de los datos más preocupantes publicados por la OMS:
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Errores de medicación: se estima que, en todo el mundo, el coste asociado a los errores de medicación asciende a US$ 42 000 millones anuales.
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Infecciones relacionadas con la atención sanitaria: afectan a 7 y 10 de cada 100 pacientes hospitalizados en países de ingresos altos y países de ingresos bajos y medios, respectivamente.
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Procedimientos quirúrgicos poco seguros: provocan complicaciones en hasta el 25% de los pacientes. Anualmente, casi siete millones de pacientes quirúrgicos sufren complicaciones significativas, de los que un millón fallece durante la intervención o inmediatamente después de ella.
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Prácticas de inyección poco seguras: Transmiten infecciones, entre ellas por el VIH y por los virus de la hepatitis B y C. Representan una carga de daños estimada en 9,2 millones de años de vida perdidos por discapacidad y muerte en todo el mundo.
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Errores diagnósticos: afectan aproximadamente al 5% de los adultos que reciben atención ambulatoria, y más de la mitad de estos errores pueden llegar a causar daños graves.
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Prácticas de transfusión poco seguras: exponen a los pacientes al riesgo de reacciones adversas a la transfusión y de transmisión de infecciones. Los datos muestran una incidencia media de 8,7 reacciones graves por cada 100 000 unidades de componentes sanguíneos distribuidas.
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Errores de irradiación: abarcan los casos de sobreexposición y aquellos en los que se irradia al paciente incorrecto o la zona equivocada. Se estima que la incidencia general de errores es de aproximadamente 15 por cada 10000 ciclos de tratamiento.
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Septicemia: se estima que anualmente se ven afectadas 31 millones de personas en todo el mundo, de las que más de 5 millones fallecen.
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Tromboembolias venosas: se estima que anualmente se registran 3,9 millones de casos en los países de ingresos altos y 6 millones de casos en los países de ingresos bajos y medios.
Este año 2021, el Día Mundial de la Seguridad del Paciente, tiene como tema la atención segura de la madre y el recién nacido y se centra en la carga significativa de perjuicios causados a las mujeres y los recién nacidos, especialmente durante el parto.
Se estima que cada día:
- Nacen muertos 5400 niños.
- 810 mujeres pierden la vida en el parto.
- Fallecen 6700 recién nacidos.
La mayoría de estas defunciones se puede prevenir con una atención sanitaria más segura y por ello la OMS realiza una llamada a la acción de todas las partes interesadas (mujeres embarazadas, familiares, comunidades, profesionales de la salud, responsables de servicios de maternidad y neonatología, administraciones públicas) y establece los objetivos de campaña siguientes bajo el lema “¡Actuemos ahora por un parto seguro y respetuoso!”:
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Sensibilizar sobre las cuestiones vinculadas a la seguridad de la madre y el recién nacido, especialmente durante el parto.
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Colaborar con las múltiples partes interesadas y adoptar estrategias eficaces e innovadoras para mejorar la seguridad de la madre y el recién nacido.
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Hacer un llamamiento a todas las partes interesadas para que adopten medidas urgentes y sostenibles a fin de intensificar los esfuerzos, llegar a quienes no se ha llegado antes y garantizar cuidados seguros para las madres y los recién nacidos, especialmente durante el parto.
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Promover la adopción de prácticas óptimas en el punto de atención a fin de prevenir los riesgos y daños evitables para todas las mujeres y los recién nacidos durante el parto.
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Gina Gómez Torres – Consultora INGECAL
